Charlar con los habitantes del barrio de Azcapotzalco, es una experiencia enriquecedora, puesto que nos ofrecen una lección de apego a sus tradiciones, costumbres y leyendas. Sobresale en Azcapotzalco el abundante patrimonio cultural que conserva en la mayoría de sus rincones, si bien, es en el centro de este barrio, en donde se concentran los testimonios más significativos de su gran historia.
Azcapotzalco es una palabra náhuatl que significa “en el hormiguero” y durante largo tiempo fue la comunidad prehispánica más relevante de las que se asentaron en la Cuenca de México. Tezozomoc fue uno de sus grandes caudillos. No obstante, en 1428, la triple alianza de los aztecas, integrada por Tenochtitlan, Texcoco y Tacuba, venció a los tepanecas y devasto su gran ciudad, Azcapotzalco.
Una década después de la Conquista, en estos parajes solo habitaban 393 familias, debido al azote de las epidemias y otros problemas. Por ese entonces, los frailes dominicos decidieron construir un templo en Azcapotzalco, para realizar la evangelización de la zona. Posteriormente, este barrio fue escenario de importantes acontecimientos relacionados con la guerra de Independencia, como la batalla del 19 de agosto de 1821, cuando Antonio Bustamante derrotó a las fuerzas españolas, o bien, cuando el mariscal Novelle, Juan O’Donojú y Agustín de Iturbide, decidieron en las cercanías de Azcapotzalco entregar la capital del país, para así consumar la lucha insurgente.
En los últimos años del porfiriato y gracias a la llegada del tren, se dio inicio a la construcción de grandes residencias y edificios estilo europeo, a lo largo de la calzada que conducía de Tacuba a Azcapotzalco. Lo cual definió progresivamente, la actual proyección urbana de este barrio de la Ciudad de México.
Qué visitar en Azcapotzalco
Conviene iniciar una visita a este atractivo lugar, con un recorrido por la Avenida Azcapotzalco, en donde se pueden observar admirables residencias estilo chalet con jardines delanteros, pórticos diminutos, torres e inclinadas techumbres.
Luego, el centro de Azcapotzalco nos ofrece un intenso ambiente provincial. Allí, la plaza Hidalgo, auténtico corazón de este barrio, exhibe un conjunto de finas balaustradas pegadas a bancas de piedra. Destaca en este sitio pintoresco, una estatua en honor de Miguel Hidalgo y Costilla y un sencillo quiosco de concreto, con seis lados y techo plano. Completan la encantadora estampa de esta plaza, diversas variedades de árboles y yucas, así como también, construcciones de diferentes épocas.
No lejos de allí, se encuentra el Archivo Histórico de la Nación. Es recomendable conocer este edificio por el vistoso mural que posee, que lleva por título “El Origen y Trascendencia del Pueblo Tepaneca”, cuya autoría corresponde a Antonio Padilla Pérez. En tal lugar también se exponen piezas prehispánicas halladas en la zona.
Cómo llegar a Azcapotzalco
Algunas de las vías de acceso más prácticas para llegar a Azcapotzalco son la Calzada Vallejo, Río Consulado, Paseo Jacarandas, Calzada de la Naranja, Santa Lucía y Ferrocarriles Nacionales.
Información relevante acerca de Azcapotzalco
De entre las antiguas leyendas relacionadas con Azcapotzalco destaca la de la Alberca Encantada de Xancopinca. Era un manantial de agua dulce que existía en el lugar desde tiempos prehispánicos. Se dice que este cuerpo de agua era frecuentado por el espíritu de La Malinche, quien se encargaba de custodiar el célebre tesoro de Moctezuma. Los osados que, buscando el tesoro, veían a este fantasma, quedaban cautivos de su belleza sobrenatural y caían a las aguas de Xancopinca, en donde un remolino funesto los desaparecía para siempre. En nuestros días tal alberca ya no existe, puesto que en ese sitio fue construida la Unidad Habitacional Cuitláhuac.
Actividades a realizar en Azcapotzalco
Tres sitios adicionales que se deben visitar en el barrio de Azcapotzalco son la Parroquia y Exconvento de San Felipe y Santiago Apóstoles, la Capilla del Rosario y la Casa de la Cultura.
Por otro lado, es oportuno saber que Azcapotzalco en su centro, congrega diversos comercios de gran tradición. Por ejemplo, de fines de los años cincuenta, perdura la Nevería y Cafetería El Nevado, con su particular ambiente roquero. En lo tocante a las cantinas más interesantes de Azcapotzalco, hay que mencionar El Dux de Venecia, local que conserva, bellos y antiguos muebles de madera. Y en cuanto a restaurantes, tradicional de este barrio es El Mesón Taurino, en donde se sirven deliciosas gaoneras.