Imagina un sitio tropical virgen, con ríos transparentes, manglares, reptiles, anfibios y miles de aves recorriendo los cielos. Ahí donde el tiempo se ha detiene. Ese sitio bien podría ser Centla, en Tabasco, donde 320 706 hectáreas conforman una de las Áreas Naturales Protegidas más hermosas y prístinas del país.
La vegetación de Centla es exuberante, posee una gran biodiversidad, como plantas acuáticas y semiacuáticas, arboles por doquier, pero sobre todo, tiene uno de los mejor conservados bosques de manglares, como el mangle rojo, el negro y el blanco. Este bello espacio sirve de refugio a aves tanto migratorias como locales, así como a especies en peligro de extinción, como el manatí, el cocodrilo, la tortuga blanca, el jaguar, el mono aullador, entre otros.
Otras de las bellezas de los pantanos de Centla son sus llanura cerca de los ríos, así como sus bellos espacios junto a la playa y su inmenso sistema lagunar costero, donde es posible encontrar depósitos de agua dulce y agua salada.
En la zona de Centla aún se encuentran algunas poblaciones indígenas, herederas de la cultura maya-chontal, que viven de la pesca y, últimamente, del ecoturismo.
Para aquellos que disfrutan de los sitios vírgenes y poco visitados por las masas de turistas, Centla es un sitio ideal, no existen hasta la fecha paradores turísticos, restaurantes u hotel alguno. Todo se puede hacer de manera local, con los mismo habitantes, quienes son accesibles y amables con los foráneos.
Cómo llegar
Los pantanos se ubican en el municipio de Centla, por la región costera del estado de Tabasco, en el delta de los ríos Usumacinta y Grijalva.
De la Ciudad de México a los Pantanos de Centla hay una distancia por carretera de 857 kilómetros, que se recorren en un tiempo de 11 horas con 10 minutos, aproximadamente. Lo más sencillo es tomar un camión a Villahermosa y partir desde ahí hacia Centla en transporte local.