El apamate o maquilishuat, árbol de gran belleza

Muchas son las maravillas naturales que nos ofrecen los espacios silvestres de México. Por ello es tan recomendable emprender paseos ecoturísticos por las distintas regiones de la República Mexicana. Aventura y descubrimientos naturales a manos llenas nos brindan los distintos estados del país en sus reservas ecológicas. Una muestra de lo anterior la tenemos en el apamate o maquilishuat, árbol de gran belleza que no solo engalana las zonas vírgenes de México, sino también de muchas otras naciones en el continente.

Hablar del apamate es hacerlo acerca de la especie arborícola Tabebuia rosea la cual forma parte de la familia Bignoniacea.  Esta última es particular de las regiones naturales mesoamericanas. El apamate es un árbol que crece hasta llegar a los quince o treinta metros de altura. Por lo que se refiere al diámetro de su tronco este puede llegar a tener entre ochenta y noventa centímetros.

El maquilishuat un árbol incomparable

Con su bella estampa e inconfundibles colores los apamates pueden hallarse desde México y hasta Ecuador. Es un árbol que suele desarrollarse en entornos de bosque tropical húmedo y seco. Además, es una variedad arborícola capaz de adaptarse a ambientes con precipitaciones pluviales de 1500 y 2500 mm en promedio al año.

Ahora bien, entre los meses de febrero y abril el apamate o maquilishuat exhibe una vistosa floración tras haberse quedado sin hojas. Se trata de una planta de tipo melífera. Los frutos de este árbol alcanzan su plena maduración en el periodo entre abril y mayo. Con 40 centímetros de largo estos frutos al abrirse dispersan una gran cantidad de semillas aladas. Justamente la reproducción del amapate se lleva a cabo a través de estas semillas. Estamos hablando de una especie que precisa de climas húmedos y bastante cálidos y suelos de gran fertilidad para poder crecer correctamente. Es un árbol que no suele tolerar temperaturas considerablemente bajas.

La belleza del árbol amapate

Cabe destacar que el maquilishuat es un árbol de enorme valía ornamental, especialmente por el colorido de sus flores. Por esta cualidad es habitual observar varios ejemplares de apamate en numerosas avenidas, plazas y parques de los países americanos donde crece. Las naciones donde pueden hallarse más ejemplares de apamate son México, Venezuela, Colombia, Ecuador, Cuba, Haití, República Dominicana y El Salvador.

En algunos de estos países el maquilishuat tiene una gran importancia incluso a nivel cultural. Por ejemplo en El Salvador está considerado como árbol nacional (junto con el bálsamo) por un decreto oficial de 1939. Cabe destacar que si bien el apamate suele estar asociado con el continente americano, también se han hallado ejemplares de este árbol en las Islas Canarias y zonas de clima templado de los litorales ibéricos.

La madera del amapate y su aprovechamiento

En cuanto florece el apamate se vuelve uno de los árboles más lindos de la zona. Nos proporciona fina madera, de esa que resulta tan valiosa para quienes se dedican a la ebanistería. Esto se debe principalmente a su liviano peso y la tonalidad ambarina que tiene. También se sabe que tiene algunas propiedades curativas que aún no han sido exploradas a fondo, en especial en el combate a distintas clases de virus.

En algunas poblaciones se utilizan las hojas de apamate para reducir las verrugas y atender casos de diarrea y disentería.  

La madera del apamate es usada en la construcción de gabinetes, columnas, pisos e instalaciones típicas de los espacios rurales. Esta madera también es aprovechable para la elaboración de mangos de herramientas, muebles, remos, herramientas agrícolas, instrumentos musicales, culatas e implementos para la práctica de diferentes deportes.

La importancia del maquilishuat para el medio ambiente

La madera del maquilishuat también es útil para obtener combustible, carbón vegetal y leña. Otro de los aprovechamientos del apamate es a manera de cultivo de sombra en las zonas donde se cultiva cacao y café. Es una especie arborícola de gran aprovechamiento para la recuperación de terrenos fértiles y para fines de reforestación.

Cabe señalar que las hojas de maquilishuat al caer cubren el terreno dándole forma a una capa protectora que ayuda a combatir la erosión derivada del viento y de la lluvia.

Finalmente hay que destacar el valor que tienen los árboles maquilishuat para el desarrollo de una rica biodiversidad y la preservación de distintas especies de fauna.