Desde Playa Linda, ubicada en la llamada Costa Grande de Guerrero, es posible tomar una lanchita que por 40 pesos te lleva a un islote con cuatro playas que, en pocos metros cuadrados, permite a los visitantes atmósferas familiares, así como buceo, senderismo, deliciosa gastronomía e incluso nudismo.
La lanchita llegará a la playa Cuachalate, nombrada así en honor de un árbol medicinal de la zona. Es el sitio más concurrido de la isla, especialmente en temporada alta. Desde ahí se rentan motos, viajes en banana, se da servicio de masajes y se han instalado restaurantes que venden especialidades guerrerenses, especialmente tiritas de pescado.
Para pasar a otras playas, es necesario hacer un poco de senderismo por una pequeña montaña, donde han sido liberados algunos venados que dan un toque peculiarmente silvestre.
La playa más próxima se llama Coral, la cual atrae a nadadores, buzos y fanáticos del esnórquel, los cuales se deleitan en los arrecifes con decenas de peces multicolores.
Es posible continuar caminando por la isla, hasta llegar a unos peñascos que ofrecen una vista hermosa del océano pacífico. Pero si se desea aislamiento y paz, es posible llegar a Playa Sacrificio, donde no existen puestos ni bullicio, quizá se acerque algún joven que se haga llamar “vigilante” y de algún consejo, pero por lo general, la playa se encuentra sola. Aunque no hay anuncios que lo indiquen, se suele decir que este sitio, por su relativo aislamiento, es un rincón nudista. Desde ahí es posible descansar y nadar con la mayor tranquilidad.
La isla de Ixtapa, se encuentra a diez minutos de la ciudad de Ixtapa.