Esta es una de las ciudades más representativas de la época barroca en nuestro país. Sus muchos jardines, plazas y calles, pero sobre todo sus hermosas iglesias, se perfilan como ejemplos admirables de tal corriente estética. Monumentales campanarios, fachadas de ornamentación abigarrada, picos elevados, detalles fastuosos, etc. Tales son las características que definen varios de los edificios más importantes de San Miguel de Allende, por ejemplo, la Parroquia de San Miguel Arcángel. Este mágico pueblo se localiza en el estado de Guanajuato, a solo unas horas de la capital y de la capital de Querétaro. Esta ciudad otros años llegó a ser Pueblo Mágico y hoy en día está reconocida como Patrimonio Cultural de la Humanidad por parte de la UNESCO.
San Miguel de Allende también ha recibido el nombramiento de “Ciudad Fortificada de San Miguel y Santuario de Jesús Nazareno de Atotonilco”. Esto ha sido por la relevancia de esta comunidad guanajuatense para la historia cultural y política de la nación. Es imprescindible ponderar la relevancia de San Miguel de Allende para la lucha de Independencia.
La ciudad de San Miguel de Allende tiene un ambiente a la europea, con su dinámico entorno cultural, manifestado en varios festivales, tradiciones y costumbres. Por ejemplo, es imperdible la célebre “Sanmigueleada”, la cual se quiere una variante de la Pamplonada española. Es una celebración popular que se efectúa en el mes de septiembre en honor de San Miguel. Para ello, se liberan varios toros que corren por las vías públicas del sitio, al tiempo que persiguen a los valientes que los burlan y evaden.
Por otra parte, la gastronomía de San Miguel de Allende es otro de sus atractivos, por contar con el sabor típico y los ingredientes acostumbrados en la región del Bajío, de nuestro país. La mezcla de todos estos elementos, aunada a la amabilidad lugareña, hace de esta ciudad un santuario turístico de primer orden, al cual acuden turistas de todas partes del mundo. En San Miguel de Allende existen muchos edificios valiosos para conocer y disfrutar. Precisamente ese es el caso del Templo de la Concepción, una construcción neoclásica que data del siglo XVIII y que tiene una cúpula cuyas particularidades arquitectónicas, evocan a la Iglesia de Los Inválidos de la ciudad de París. Por si fuera poco, en el interior del Templo de la Concepción se atesoran obras pictóricas del reconocido artista Juan Rodríguez Juárez.