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Vacaciones de Semana Santa en la Costa Alegre
Las vacaciones de Semana Santa son una gran oportunidad para descubrir encantadoras playas casi inexploradas que se hallan en los más de doscientos kilómetros de costa que separan Puerto Vallarta de Manzanillo.
La Costa Alegre de Jalisco como se conoce a la ruta que recorre los municipios costeros de esta entidad es poco conocida en comparación con las populares playas de Bahía de Banderas, pero no por ésto son de menor belleza, pues su estado 100% natural las dota a todas de un encanto realmente especial.
La carretera federal 200 es el eje que nos conduce por este recorrido de mucha vegetación y playas de tono verde y azul intenso que cruza los municipios de Cabo Corrientes, Tomatlán, La Huerta y Cihuatlán en Jalisco.
Saliendo de Puerto Vallarta, a pocos kilómetros de la panorámica playa de Mismaloya se encuentra Boca de Tomatlán, esta comunidad de pescadores es la entrada a la Costa Alegre; desde este punto y hasta la Bahía de Chamela la carretera se aparta de la costa y nos conduce por la sierra de Jalisco.
Desde Boca de Tomatlán se puede llegar en lancha a las playas de Las Animas, Quimixto, Majahuitas y Yelapa, algunas sólo con acceso por el mar. Ya en el camino de la sierra se cruzan entronques cuya desviación lleva a otras comunidades agrícolas, pesqueras y playas rústicas a unos 30 o 40 kilómetros de El Tuito, localizado sobre la carretera principal.
En el municipio de Cabo Corrientes se encuentra la playa de Tehua, famosa por el cultivo de ostiones, así como Mayto y Villa del Mar. Son localidades tranquilas lejos del ruido urbano, propicias para explorar la naturaleza y disfrutar de la comida del campo y del mar. Se pueden practicar deportes de montaña, acampar y también descansar en pequeñas cabañas y un hotel. Otro par de pintorescas localidades son Chimo y el Faro de playa Corrales, aunque más distantes.
En Tomatlán se halla la playa y el estero de Majahuas, un lugar preferido por las familias locales, pues aunque su playa es de oleaje fuerte el entorno natural es propicio para el descanso y comer frescos y sabrosos pescados y mariscos. También, cerca del poblado de Tomatlán, por un camino secundario se encuentra Chalacatepec, una playa que es refugio de la tortuga marina, caracterizada por su arena clara y un conjunto peculiar de piedras que la rodean. Otra playa completamente natural es Las Peñitas, se llega por un camino de terracería y la semana santa es una buena oportunidad para visitarla pues algunos de los servicios sólo se encuentran en esta temporada.
Antes de volver a encontrarse la carretera con el mar se cruzan pequeños poblados que conducen a playas desoladas y también exclusivos hoteles boutique, como las Alamandas, a unos kilómetros del poblado de Mezcales en la desviación que lleva a Quemaro.
La Bahía de Chamela es el siguiente encuentro con el mar después de más de cien kilómetros tierra adentro. Esta bahía es una de las más grandes de México y destaca por la cantidad de islas que se encuentran en su área. La bahía se ha mantenido en relativo aislamiento por lo que es reconocida como santuario natural. Las playas en su costa se extienden de sur a norte por casi 8 kilómetros, desde Punta Etiopía hasta Punta Rivas.
El verde azul intenso del mar es el común denominador de las playas de Chamela, San Mateo y Punta Pérula, hacia el norte predominan las playas de arena clara y poca pendiente, pero hacia el sur, el mar topa con acantilados y playas con rocas. También aquí se encuentra una importante reserva natural de manglares.
Las poblaciones de esta bahía son más grandes y se pueden encontrar todos los servicios de playa así como practicar deportes como pesca deportiva y buceo.
La ruta sigue hacia Careyes, Tenacatita y Barra de Navidad, playas más conocidas y en las que se dispone de todos los servicios para disfrutar de unas extraordinarias vacaciones.
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