Mejor conocida como la perla tapatía, esta tierra bendecida por el tequila y la tradición…
Kiosco morisco de Santa María La Ribera
En cierto sentido, el kiosco morisco es el símbolo de uno de los barrios mágicos más admirables de la capital mexicana: Santa María La Ribera. Desde que fue edificado se transformó en una de las construcciones más admirables de la Ciudad de México. Se ubica precisamente en la alameda de ese barrio, en el cruce que hacen las calles de Salvador Díaz Mirón y Dr. Atl.
Los antecedentes históricos de este kiosco se remontan a las postrimerías del siglo XIX, cuando fue creado por José Ramón Ibarrola para servir como pabellón de México en la exposición universal de 1884 y también en la feria de San Luis Missouri en 1902. El kiosco cuenta con una estructura integrada por arcos y columnas estilo mudéjar. Está construido por completo con hierro, metal de los más utilizados en el momento histórico de su elaboración. Algunos historiadores afirman que su estructura fue fundida en la ciudad en Pittsburgh, en hornos del industrial estadounidense Andrew Carnegie, por la relación amistosa que tenía este magnate con Ibarrola.
Luego de haber cumplido su propósito, la estructura fue devuelta a nuestro país a inicios del siglo xx. Entonces fue colocada en el sur de la Alameda Central, justo frente al Ex Convento de Corpus Christi. Durante los años que estuvo en ese sitio, el kiosco morisco sirvió como sede para los sorteos efectuados por la Lotería Nacional. A la postre, en el marco de las celebraciones del Centenario organizadas por Porfirio Díaz, este mandatario dispuso colocar un monumento en su lugar: el actual Hemiciclo a Juárez.
Por este motivo y atendiendo una solicitud de los habitantes del por aquel entonces reciente fraccionamiento de Santa María La Ribera, el kiosco fue colocado en el lugar que actualmente ocupa. Desde entonces es el corazón de esa zona urbana y orgullo de sus habitantes. De hecho, han aparecido numerosos mitos y leyendas relacionadas con este elemento ornamental, por ejemplo, que el kiosco fue obsequiado por un gobernante árabe o bien, que presenta oscuras simbologías mágicas y astrológicas, por su forma octagonal y los patrones geométricos que tiene.
En este hermoso kiosco, hoy en día, se llevan a cabo numerosas actividades relacionadas con la cultura y la promoción turística, como conciertos musicales, exhibiciones de baile, juntas vecinales y otras más, lo cual lo dota de enorme vitalidad. Es uno de los grandes atractivos de la Ciudad de México. Cuando vacaciones en el Distrito Federal te aconsejamos quedarte en el Hostal MX Coyoacán, el más cómodo, económico y bien ubicado del sur de la capital mexicana.