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Los museos que todo curioso debe visitar en México

Hace muy pocas semanas que se celebró el Día Internacional de los Museos. En concreto fue el 18 de mayo, una fecha escogida por el Consejo Internacional de Museos (ICOM) en 1977 para reivindicar las funciones de los museos como espacios que propician el intercambio cultural y el avance global hacia un entendimiento entre todos los pueblos del mundo. 

A esta iniciativa se suman cada año un mayor número de museos, entre los que también se encuentran aquellos más inusuales. Alrededor de todo el mundo podemos encontrar museos que llaman la atención por las piezas que guardan tras sus puertas. En Massachussets (EE.UU), por ejemplo, se encuentra el MOBA, o lo que es lo mismo, el Museo de Arte Malo, en el que se exponen obras de arte de dudosa calidad pero cuyos visitantes no pueden dejar de observar. También en Massachussets se encuentra el Museo de la Comida Quemada aunque organizar una visita sale de los más costoso: hasta 3.000 dólares puede llegar a costar una entrada. En Francia se encuentra el Museo de las Falsificaciones, en Washington el Museo del espionaje, en Tokio el Museo de los Parásitos y en la India el Museo de los Inodoros. Sí, han leído bien, hay un espacio en el mundo dedicado única y exclusivamente a la exposición de sanitarios. Pero antes de usar el excusado será mejor llenarse bien la barriga, ¿dónde mejor que en el Museo de la salchicha, en Berlín?

Más normales, aunque igualmente curiosos, son el Museo de las Miniaturas, en la medieval Besalú (Gerona), o el Museo Ocultista de los Warren, ubicado en Connecticut y dedicado a todos los objetos que han sido investigados por Ed y Lorraine Warren entre los que se encuentra la tan temida muñeca Annabelle. Sobre el mundo del deporte también hay un buen número de museos, entre los que destacan el de Colonia (Alemania), Finlandia, Grecia, Barcelona y China. Curiosamente ninguno de ellos recoge las disciplinas mentales, como el ajedrez, el bridge, el Go o el póker, considerado como deporte mental desde 2010.

En México también contamos con un gran número de museos que llaman la atención por las piezas a las que están dedicadas o por su propia ubicación. Dentro de este último grupo indudablemente destaca el Museo Submarino de Cancún mientras que en el primero podríamos mencionar al Museo del Juguete Antiguo de México. Pero hay más, muchos más. El Museo del Calzado El Borceguí es uno de ellos; ubicado en pleno centro histórico de Ciudad de México cuenta con cerca de 20.000 piezas a través de la cuales se puede observar la evolución histórica del calzado a lo largo de los siglos y las diferentes culturas. Fundado en 1991, este museo cuenta con un total de seis secciones que acogen zapatos llegados de diferentes partes del mundo y que lo sitúan como un museo único en el país.

También ubicado en Ciudad de México encontramos el Museo del Objeto, el primer espacio creado en octubre de 2010 con la finalidad de mostrar una revisión sobre la historia del país a través de los diversos objetos presentes en la sociedad. Las exposiciones que ofrece el MODO son temporales por lo que siempre podrán encontrar algo de su interés; además, cuentan con un acervo de mas de 1.000 objetos datados desde los inicios del siglo XIX hasta la actualidad. Si buscan algo menos tangible y material deben pasarse por el Museo de la Luz, también en Ciudad de México, en donde la experiencia se vive de una manera interactiva.

Si les gusta lo paranormal y el museo de los Warren les queda demasiado lejos no se preocupen, en México contamos con nuestra propia versión. Se trata del Museo Riple: ˇAunque usted no lo crea!, que bajo una construcción medieval digna de ser escenario de una película de época de Hollywood esconde la colección de objetos extraños e inusuales que el estadounidense Robert L. Ripley fue adquiriendo a lo largo de sus múltiples exploraciones. El museo cuenta con 14 salas en las que se exhiben objetos como un vino de rata, cabezas reducidas por los indios indígenas o una réplica en cera del hombre más alto del mundo, entre otros muchos.

La nota dulce para terminar la pone el Museo Mucho, dedicado en exclusiva al mundo del chocolate. En sus salas se recoge todo tipo de información y objetos relacionados con la historia de este ingrediente en nuestro país. Además también cuentan con exposiciones temporales que abordan los diversos modos de tratar y preparar este producto. Una parada imprescindible para los más golosos.

 

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